jueves, 28 de mayo de 2015

la casa embrujada


Una viejita estaba vendiendo una casa, estaba algo ruinosa pero estaba lo suficientemente cuidada para poder convivir en ella. Se las ofreció a dos muchachas llamadas kelly y Dulce de 19 años. Lo que ellas no sabían es que la casa estaba embrujada, es por ello que se la compraron a  muy bien de precio.

La casa estaba un poco sucia, con muchas telarañas y con algunos pequeños desperfectos, nada grave, pero era algo que tendrían que solucionar mas adelante.

Cuando llega la noche, fueron a dormir en su nueva casita, cada una a su habitación en el piso de arriba. Mientras dormían la casa crujía fuertemente, enseguida pensaron que era la madera, y que era algo muy normal en una casa tan antigua. De repente, en mitad de la noche alguien pega en la puerta fuertemente.

Bajaron y preguntaron - ¿Quien eres? - dijeron las muchachas al unisono. Nadie respondía, decidieron no abrir por el terrible miedo que tenían. Durante horas permaneció ese ruido de alguien pegando la puerta.

Justo cuando estaban ya pensando en llamar a la policía, dejaron de pegar en la puerta, por primera vez en toda la noche podrían descansar tranquilas, aunque no duraría mucho.

Una media hora después de cesar los ruidos en la puerta, unos pasos se oyen en el salón, como si alguien se hubiera colado dentro. Las dos bajan rápido haber que ocurre sin pensar en el peligro.

- ¿Que es eso? - es lo primero que se preguntón Dulce
al ver lo que había en aquella sala.
 

Lo que ambas veían era una especie de sombra, con forma humana que deambulaba por el techo de la sala.

- ¿Que eres tu, eres el que pegaba en la puerta, como te llamas? - le pregunto con voz temblorosa Kelly a la misteriosa sombra.

Con una voz muy ronca le contesto - no soy el que pego en la puerta y no te puedo decir mi nombre -, y enseguida desapareció ante el asombro de las muchachas. Asustadas fueron de nuevo a sus habitaciones a intentar descansar, aunque no lograrían dormir en toda la noche por el miedo que la sombra les causo.

A la mañana siguiente apareció en frente de la casa la viejita que les vendió la casa... ¡estaba muerta!. Pero parecía tener un recado escrito en un papel para las muchachas, en el decía: 



Dicho recado estaba escrito con la sangre de la viejita. Llamaron a la policía y las tranquilizo, les dijo que la anciana estaba loca y siempre intentaba asustar a los ocupantes de esta casa.

Finalmente las muchachas no hicieron caso del recado y decidieron quedarse. A la mañana siguiente amanecieron muertas.
Se dice desde entonces que todas las noches se oyen los gritos de las dos muchachas pidiendo ¡AYUDAAA!.










jueves, 7 de mayo de 2015

EL POZO ENCANTADO




Había una vez una niña llamada Zaira que vivía en el bosque con su madrastra Cruela  que tenia 1 hija llamada Fiona  que era demasiado sangrona y malvada un día Zaira salió a pasear entonces se tropezó y cayó en un pozo muy grande, al caer la niña se encontró con muchos árboles llenos de frutos y vio una luz, decidió seguirla al llegar a donde se encontraba la luz estaba una cabaña entonces la niña decidió tocar, en ese momento abrió una viejita se veía de 70 años y le pregunto quieres pasar  a tomar una taza de té y me explicas que te paso la niña acepto entrar a la cabaña y le explico lo que había pasado entonces la vieja le propuso que si le ayudaba en su casa por una semana la ayudaría a salir y le daría una recompensa entonces la niña acepto y todas las mañanas se levantaba tendía su cama y le ayudaba a recoger. Al terminar la semana la vieja le dio las gracias y le dijo te llevare a tu casa y ay te vas a dar cuenta de tu recompensa al llegar a su casa la niña le empezó a contar a su madrastra de lo que paso y a la niña le salían perlas y diamantes de su boca cada que ella quisiera o hablara de lo que le había pasado la hermanastra que era tan envidiosa enseguida le pregunto que  había hecho para que le pasara eso  entonces la niña le contó y la hermanastra se fue corriendo por el bosque y se


  aventó al pozo llego a la cabaña y le dijo a la viejita que le diera una recompensa y la vieja le dijo que  tenía que quedarse pero solo 3 días  y que le tenía que ayudar y la hermanastra acepto  pero no le ayudaba en nada se levantaba tarde, al pasar los 3 días la viejita le dijo ya te puedes ir en tu casa recibirás tu recompensa al salir del pozo le crecieron unos cuernos y cada que hablaba le salían culebras, sapos, ratas. Y desde ese día vivieron felices por siempre